Don sin din, cojones en latín: También don sin din, campana sin badajo. Refrán atribuído a Quevedo con el que se indica la poca relevancia de la fama, el honor, la honra, la buena posición, el nombre, las alabanzas o los premios si no se tiene ni se recibe un duro. Hoy se lo he oído decir en televisión a una pensionista, creo madrileña, de 91 años con una lucidez mental que ya la quisiéramos muchos para nosotros. Criticaba el sistema de la seguridad social nuestra que permite que las mujeres que trabajan cuidando a sus hijos o haciendo el trabajo de la casa no tengan ningún reconocimiento económico cuando se jubilan porque no han cotizado a la SS.